Antes de la Conferencia Global Ministerial, queremos resaltar el trabajo de tres países que están en diferentes etapas de su camino para poner fin a la violencia contra la niñez, y que tienen el potencial de hacer compromisos clave que pueden marcar una diferencia en las vidas de millones de niños, niñas y adolescentes.
Demostrar cómo se establece el ciclo de violencia es crucial para establecer intervenciones que prevengan la violencia y, como resultado, mitiguen las consecuencias en los individuos y las comunidades.