En un colegio del departamento de Arauca en Colombia, una clase de séptimo grado convirtió un mural en un espacio donde niñas, niños y adolescentes pueden reflexionar sobre los estereotipos de género y la violencia contra las infancias, contribuyendo a crear una escuela libre de violencias.
Antes de la Conferencia Global Ministerial, queremos resaltar el trabajo de tres países que están en diferentes etapas de su camino para poner fin a la violencia contra la niñez, y que tienen el potencial de hacer compromisos clave que pueden marcar una diferencia en las vidas de millones de niños, niñas y adolescentes.
Demostrar cómo se establece el ciclo de violencia es crucial para establecer intervenciones que prevengan la violencia y, como resultado, mitiguen las consecuencias en los individuos y las comunidades.